Curso Superior Universitario en Avances y Claves Diagnósticas en Dermatología

Generales

Conocer las características y principales funciones de la piel sana...

La piel se define como aquel revestimiento externo, de variable grosor y características según la localización, resistente y flexible, que cubre toda la superficie corporal. La piel además de su principal papel estético y de límite corporal con el medio ambiente, tiene otras muchas e importantes funciones, que pasamos a enumerar:

• Delimita al organismo. Proporciona al individuo una identidad personal.
• Termorregulación. Mediante el control de los plexos capilares dérmicos.
• Conservación de líquido. Se realiza mediante el control de la pérdida transepidérmica de agua.
• Protección biológica. La piel es una barrera frente a numerosos microorganismos patógenos.
• Protección física. La piel protege al individuo de las radiaciones ultravioleta. Evita sus efectos perjudiciales agudos y sus consecuencias a largo plazo.
• Órgano sensorial. La superficie cutánea presenta multitud de terminaciones nerviosas que recogen distintos estímulos sensoriales, que facilita la interacción de la persona con el medio ambiente.
• Impermeabilización de la superficie corporal.
• Participa en la síntesis de vitamina D. La piel está constituida en 3 capas bien diferenciadas entre sí: epidermis, dermis e hipodermis o tejido celular subcutáneo.

Epidermis:
Esta capa de la piel está formada por un epitelio plano poliestratificado. Se distinguen 4 estratos:

• Basal. Capa más profunda. Es el estrato germinativo.
• Espinoso. Las células están unidas a través de hemidesmosomas, con gran cohesión entre ellas, presentando un aspecto como si tuvieran espinas.
• Granulosa. Es una capa de transición en donde los queratinocitos se van queratinizando progresivamente.
• Córnea. Estrato más superficial. Las células están completamente queratinizadas.

En la epidermis podemos distinguir también 4 tipos distintos de células, que determinan muchas de las funciones que tiene la piel:

• Queratinocitos. Célula fundamental, en su citoplasma presenta numerosos gránulos de queratohialina.
• Melanocitos. Células dendríticas, localizadas en la capa basal. Su función es transferir gránulos de melanina a los queratinocitos, que la fagocitan. Determinan el color de la piel y actúan como protección frente a las radiaciones ultravioleta.
• Células de Langerhans. Se localizan en capas suprabasales, muy parecidas a las del sistema mononuclear fagocítico. Están implicadas en los mecanismos de hipersensibilidad retardada.
• Células de Merkel. Se ubican con respecto a la capa basal y su función es la recepción táctil a través de sus terminaciones nerviosas.

Dermis:
Es la capa de sostén de la epidermis. En su mayor parte está formada por componente fibroso: colágeno, fibras elásticas y sustancia fundamental, que le dan una gran estabilidad estructural. Se divide en dermis papilar y reticular. En ella podemos encontrar además estructuras vásculo-nerviosas, fibroblastos y diversas variedades de células inflamatorias, de gran importancia en la protección frente a microorganismos y agresiones externas.

Hipodermis o tejido celular subcutáneo:
Está constituido por células que almacenan lípidos (adipocitos), organizados en grupos que forman lóbulos de grasa a nivel subcutáneo. Sus principales funciones son el aislamiento térmico y la de reserva nutricional. Asimismo, aparte de las estructuras ya mencionadas existen otras no menos importantes, dentro del grupo de los anejos cutáneos, como pelos y uñas, responsables de numerosos procesos patológicos. Por otra parte no debemos de olvidar también las mucosas, constituidas por las mismas capas que la piel, a excepción de la capa córnea, la cual está ausente.

Identificación de lesiones elementales...

• Primarias:
  • Mácula. Decoloración plana, bien delimitada, que no hace relieve en la piel. Según sus características y coloración las clasificamos en 4 tipos:
    • Eritema. Se caracteriza por su evolución temporal y color rojizo, debido a la vasodilatación de los vasos a nivel dérmico. Desaparece tras vitropresión.
    • Púrpura. Extravasación de componentes hemáticos a los tejidos. No desaparece tras vitropresión. Distinguimos 4 subtipos según su tamaño y morfología:
      • Petequias. Aspecto puntiforme.
      • Púrpura palpable. Típica de procesos vasculíticos.
      • Equimosis. Se definen por su mayor extensión.
      • Vibices. Aspecto lineal.
    • Pigmentarias. Se deben al depósito de diversos pigmentos y colorantes. Su origen puede ser interno, como el caso de la melanina y hemosiderina, o externos como los tatuajes, tanto los accidentales como los estéticos.
    • Acrómicas. Producidas por una falta de melanina o un defecto de vascularización de la zona.
  • Pápula. Elevación cutánea circunscrita de contenido sólido, menor de 1 cm de diámetro. Aparecen con variable morfología: verrugosas, foliculares, umbilicadas...
  • Placa. Sobreelevación cutánea, bien delimitada, debida a la confluencia de múltiples pápulas.
  • Nódulo. Lesión sólida, más palpable que visible, de morfología oval o circular y de bordes regulares. Habitualmente se debe a un proceso inflamatorio subyacente. Cuando se reblandece y úlcera recibe el nombre de Goma.
  • Vesícula y ampolla. Elevaciones de la piel de bordes bien delimitados, de contenido líquido. Se denominará vesícula si mide menos de 0,5 cm y ampolla si es mayor de 0,5 cm. Según a qué nivel cutáneo se formen se clasificarán en: Subcórneas: son las que se rompen con mayor facilidad, intraepidérmicas y subepidérmicas.
  • Pústula. Elevación de la piel de contenido purulento. Puede ser de coloración blanca, amarillenta o verdosa.
  • Roncha o habón. Sobreelevación cutánea mal delimitada, debido a la formación de un edema superficial que se produce de forma aguda. Si se forma a más profundidad se denominará angioedema.
  • Telangiectasia. Dilatación localizada de los vasos capilares de pequeño calibre.
•  Secundarias:
  • Escamas. Se tratan de laminillas córneas que no se desprenden y quedan adheridas a la piel de forma anómala. Se originan por una defectuosa formación de queratina, una descamación anormal o a la desecación del techo de una ampolla. Según el aspecto de las escamas, las denominamos pitiriasiformes si son de pequeño tamaño y se desprenden con facilidad; psoriasiformes si tienen un aspecto brillante y están más adheridas o laminares, si se descaman en grandes placas.
  • Excoriación. Pérdida de la parte más superficial de la epidermis. Habitualmente por el rascado.
  • Erosión. Pérdida de las capas más superficiales de la piel. Esta pérdida de sustancia se limita a la dermis superficial, sin sobrepasarla.
  • Fisura o grieta. Solución de continuidad, de aspecto lineal, muy dolorosa, que suele afectar a mucosas y regiones palmo-plantares.
  • Cicatriz. Se trata de un mecanismo de reparación de tejidos dañados, consistente en la sustitución de dichos tejidos por tejido conectivo. Existen 2 variedades:
    • Atrófica: Aspecto deprimido, debido a un tejido neoformado insuficiente.
    • Hipertrófica: Debido a un excesivo tejido neoformado.
  • Liquenificación. Induración del estrato epidérmico, provocado por un intenso rascado. Los pliegues cutáneos suelen estar exagerados.
  • Atrofia. Disminución del espesor de la piel. Se puede localizar a nivel epidérmico: Aspecto adelgazado y transparente o a nivel dérmico: Depresión o hundimiento en la piel.
  • Esclerosis. Induración de los tejidos profundos, subepidérmicos. Se asocia a pérdida de elasticidad y cierto grado de atrofia cutánea.
  • Costra. Depósito solidificado, producido por la desecación de exudados orgánicos y restos celulares sobre la superficie cutánea.
  • Escara y úlcera. Una escara es un área bien delimitada de color oscuro, compuesta por tejido necrótico, rodeado de un halo de eritema. Su evolución habitual es hacia la ulceración al desprenderse el tejido necrosado. La úlcera se define como una pérdida de sustancia de tamaño variable, provocada por destrucción de los distintos estratos cutáneos. Por la profundidad que suelen alcanzar curan siempre con cicatriz.
  • Quiste. Formación elástica a la palpación formada por una pared conjuntiva tapizada por un epitelio. Su contenido puede ser líquido o semisólido.
  • Infiltración. Engrosamiento profundo y mal delimitado de la piel. En ocasiones la piel suprayacente se encuentra enrojecida e inflamada.