El pie es la estructura que más ha necesitado evolucionar en toda nuestra anatomía para la adquisición de la locomoción bípeda humana. De esta forma, entre sus funciones, se encuentra la de soportar nuestro peso durante todo el día y la de proporcionar propulsión con estabilidad dinámica.
Gracias a ellos podemos caminar, hacer nuestros quehaceres diarios, viajar, hacer deporte… Pero los pies, como cualquier otra parte de nuestro cuerpo, no está exenta de padecer infecciones, algunas de ellas provocadas por hongos.
Precisamente, en este artículo, vamos a explicarte los tipos de hongos que existen y que pueden afectar a nuestros pies, así como sus síntomas, tratamientos y cuidados. ¡Sigue leyendo!
¿Qué es un hongo? Definición y tipos generales
Los hongos son un reino de organismos eucariotas, generalmente multicelulares, que son heterótrofos, es decir, no pueden producir su propio alimento y deben obtener los nutrientes de material orgánico. Para ello, utilizan sus hifas, que se alargan y ramifican rápidamente, lo que les permite aumentar su tamaño.
Lo cierto es que tienen un papel importante en el ciclo de nutriciones de un ecosistema y, de hecho, son capaces de prosperar en una amplia gama de condiciones ambientales. Algunos hongos incluso obtienen nutrientes de la materia orgánica muerta, los que se denominan saprobios, y son descomponedores. Otros, simplemente, parasitan las plantas y son responsables de enfermedades, tanto en animales como en plantas.
El reino de los hongos está formado por organismos protistas y eucariotas, bien de naturaleza microscópica, como los mohos y levaduras, o bien macroscópicos, como es el caso de las setas. En la naturaleza, existen alrededor de 250.000 especies de hongos, aunque solo se conocen unas 150 responsables de patologías en el ser humano, denominadas micosis.
Los hongos se pueden dividir en varias categorías: atmosféricos, de suciedad, domésticos y rurales.
- Hongos atmosféricos: Alternaria, Cladosporium, Aspergillus, Penicillium, Ustilago, Botrytis, Helminthosporium, Stemphillium y Chaetomium.
- Hongos de suciedad: Neurosporas, Pullularia, Chaetomium, Fusarium y Dermatophitos hum.
- Hongos domésticos: Mucor, Rhizopus, Botrytis, Stemphillium, Alternaria, Penicillium, Cladosporium, Rhadotorula y Aspergillus.
- Hongos rurales: Hellminthosporium.
Los hongos en los pies: tipos y causas
En este apartado, vamos a centrarnos en dos tipos de infecciones que puede producir un hongo en el pie. En primer lugar, se encuentra la tiña del pie, también conocida como pie de atleta, que es una infección que sucede en la piel o en los dedos de los pies. Por otro lado, si esta se produce en las uñas, se le conoce como onicomicosis.
La tiña del pie es causada por, al menos, cuatro tipos de hongos, que se conocen como hongos dermatofitos, requieren queratina para crecer y pueden causar infecciones en la piel, el cabello y las uñas. Estos hongos son el Epidermophyton floccosum, Trichophyton interdigitale y el Trichophyton rubrum, que es el más común y se siente atraído por las áreas húmedas y vive en el tejido muerto de la piel y de las uñas de los pies.
Esta infección comienza entre los dedos del pie y es particularmente común en el espacio entre el cuarto y el quinto dedo. Algunas personas pueden usar el término pie de atleta también para describir cualquier inflamación entre los dedos de los pies.
La tiña puede extenderse a los lados del pie, la planta y al talón. En algunos casos, puede ocurrir una combinación con una infección por hongos en la ingle, manos, uñas o ambas. No obstante, lo cierto es que no tiene una distribución o patrón normal y puede presentarse de en una de las tres siguientes formas:
- Picazón, descamación o descamación de la piel entre los dedos de los pies.
- Piel escamosa en la planta y en los lados de los pies.
- Ampollas pequeñas o medianas en la parte interna del pie.
Si bien es poco común, una persona con esta infección puede notar supuración entre los dedos de los pies o la formación de úlceras. Otros síntomas puede ser un olor desagradable, engrosamiento de la piel o decoloración de la piel, con colores blancos, amarillos o verdes.
Un podólogo experimentado o un profesional de la salud puede recetar cremas antifúngicas para tratar el área y evitar que la infección se propague, aunque lo más importante es mantener los pies limpios y secos para que los medicamentos sean más efectivos.
Por otro lado, nos encontramos con la onicomicosis, que puede atacar el área circundante o la propia uña del pie, siendo más frecuente en la uña pequeña y grande del pie. Esta infección puede ocurrir por organismos como los dermatofitos (Trichophyton rubrum…), levaduras (Candida albicans) o moldes (Scopulariopsis brevicaulis).
Los síntomas incluyen una raya blanca o amarilla en un lado de la uña, escamas debajo de la uña, el extremo de la uña se levanta y no se ajusta de forma segura al dedo del pie, manchas blancas en la placa de la uña, daño o destrucción de la uña, decoloración o el engrosamiento de la uña.
Es importante tener en cuenta que este hongo sí que se puede contagiar a otras personas y que, sin tratamiento médico, no desaparecerá.
El profesional de la salud, que contará con una adecuada formación, puede recetar una crema antimicótica medicada o un medicamento oral como tratamiento, pero también se pueden tratar con láser.
A parte de la tiña del pie y de la onicomicosis, también se puede producir eumicetona, que es una enfermedad infecciosa subcutánea. Este hongo puede ingresar al tejido a través de pequeños cortes en la piel y se caracteriza por una destrucción gradual e indolora del tejido blando del pie. Generalmente, los casos de eumicetona se encuentran, con mayor frecuencia, en las regiones tropicales y subtropicales.
Cómo prevenir los hongos en los pies
A la hora de prevenir los hongos en los pies, es importante tener claro el tipo de infección u hongo. Por ejemplo, para prevenir la tiña del pie, se recomienda usar sandalias o calzado en áreas públicas, mantener los pies secos, lavar y secar los pies todos los días, alternar los zapatos que se usan todos los días y no compartir ropa o zapatos.
Si es onicomicosis, se recomienda usar sandalias o chanclas cuando el clima es cálido, usar un par de calcetines limpios todos los días, alternar zapatos, mantener las uñas cortadas, desinfectar el cortaúñas, mantener los pies secos y limpios e hidratar la piel alrededor de las uñas.
Tratamientos y remedios naturales para curar los hongos
Las medidas para tratar la tiña del pie incluyen, como hemos dicho anteriormente, el uso de calzado más apropiado y garantizar un lavado y secado regular de los pies. El profesional de la salud puede recetar medicamentos antimicóticos tópicos, como crema de miconazol y es la propia persona la que se aplica estas cremas directamente sobre la piel afectada.
Por lo general, esta crema tarda de 2 a 4 semanas en hacer efecto, pero puede funcionar más rápido si la infección es leve.
Si este tratamiento no funciona, se puede recetar medicamentos antimicóticos orales, como terbinafina o fluconazol. La duración y dosis dependerá de la gravedad de la infección.
En cuanto a la onicomicosis, los remedios caseros incluyen lavar la piel alrededor de la uña con regularidad y mantener los pies limpios y secos. Las cremas antimicóticas tópicas para infecciones leves incluyen amorolfina y cicloprix. En este sentido, la cantidad de veces que una persona necesita aplicarse el tratamiento depende del medicamento.
Se puede llegar a recomendar la extracción de la uña, a través de cirugía o químicamente, si la infección es grave, pero la uña volverá a crecer de nuevo.
Recientemente, se ha experimentado con el uso de láseres para tratar la onicomicosis y se ha establecido que es un procedimiento seguro, aunque puede causar algo de dolor y sangrado.
