Cuando una mujer se entera de que será mamá, generalmente, piensa detenidamente durante todo el embarazo en el momento del parto. Ser padres es una de las experiencias más bonitas de la vida y el embarazo es un proceso lleno de momentos inolvidables, que los padres viven con alegría, ilusión y un poco de impaciencia, puesto que las ganas de que su hijo esté con ellos suelen ser muy grandes.
No obstante, todas las madres se preocupan, durante este periodo, de cómo será el desarrollo del parto, si todo irá bien y si su hijo nacerá sano y fuerte. Y una vez llega el momento, todos esos miedos e incertidumbres desaparecen y pasan a convertirse en un solo pensamiento: hacerlo lo mejor posible para que el bebé nazca pronto.
Una vez se da a luz, los primeros momentos son claves y escuchar el llanto del niño es una buena señal, pero… ¿Sabías que existe un test que evalúa el nivel de salud del recién nacido?
¡Así es! Se llama test de Apgar y, en este artículo, te contamos todo lo que necesitas saber sobre él para comprenderlo mejor, saber cómo se determina la puntuación e interpretarla.
¿Qué es el test de Apgar?
El test de Apgar, o prueba de Apgar, se trata de una prueba de evaluación de la salud neonatal que, generalmente, se realiza a los bebés justo después del nacimiento, entre el primer y tercer minuto de vida.
En este sentido, la puntuación de esta prueba se basa en varios componentes de evaluación que, como veremos más adelante, están diseñados para medir la salud general del recién nacido. Por tanto, el objetivo principal de este test es ayudar a los profesionales de la salud a determinar si el bebé, tras su nacimiento, requiere intervención o asistencia médica.
Lo cierto es que este tipo de prueba se utiliza en la gran mayoría de los partos, puesto que, además de determinar si el bebé necesita asistencia, también es una de las opciones más eficaces a la hora de prevenir la mortalidad infantil.
A la hora de realizar este test, es importante saber que APGAR significa: Aspecto, Pulso, Irritabilidad (Grimace en inglés), Actividad y Respiración. Precisamente, esos son los valores que el profesional de la salud evaluará para determinar el estado de salud del bebé.
Esta prueba se administra en dos intervalos de tiempo separados después del nacimiento. La primera se realiza justo un minuto después del nacimiento y la segunda se realiza a los 5 minutos después del nacimiento. Así, se obtienen dos puntuaciones.
No obstante, en ocasiones, si hay preocupación por la salud del bebé o hay una baja puntuación, este tipo de prueba se puede realizar varias veces. De hecho, en casos raros o críticos, el test puede repetirse hasta diez minutos después del nacimiento. Esto último suele pasar cuando se trata de un parto prematuro, un bebé que necesita reanimación o en otros niños que tienen mayor riesgo de mortalidad neonatal.
Centrándonos de nuevo en cada categoría, la puntuación de este test se clasifica de 0 a 2, siendo esta última la puntuación más alta. Después de la clasificación, se suma la suma de cada criterio para determinar una puntuación general entre 1 y 10:
Puntuación | 2 | 1 | 0 |
---|---|---|---|
Apariencia (color de la piel) |
Color normal por todo el cuerpo (manos y pies rosados). | Color normal (pero manos y pies azulados). | Coloración azul-grisácea o palidez por todo el cuerpo. |
Pulso (frecuencia cardíaca) |
Normal (superior a 100 latidos por minuto). | Inferior a 100 latidos por minuto. | Ausente (sin pulso). |
Irritabilidad (“respuesta refleja”) |
Se aleja, estornuda, tose o llora con estimulación. | Movimientos faciales solo con estimulación. | Ausente (sin respuesta a la estimulación). |
Actividad (tono muscular) |
Movimiento activo y espontáneo. | Brazos y piernas flexionadas con poco movimiento. | Sin movimiento, tono laxo. |
Respiración (ritmo y esfuerzo respiratorio) |
Respiración y esfuerzo normal, buen llanto. | Respiración lenta e irregular, llanto débil. | Ausente (sin respiración). |
En la tabla anterior, hemos visto algunas de las características que debe presentar el recién nacido para establecer una puntuación u otra. No obstante, vamos a hablar con más detenimiento sobre cada una de ellas.
En primer lugar, se encuentra la apariencia, que mide, principalmente, el color del bebé. Así, para darle la máxima puntuación, es decir, el 2, todo el cuerpo del bebé se debe teñir de rosa, sin quedar ninguna zona descolorida o azul. En la puntuación de 1, el cuerpo del recién nacido se ha vuelto rosado, pero las manos y los pies permanecen azules y, en la puntuación de 0, todo el cuerpo está completamente pálido o de color azul y ninguna zona se ha ruborizado de rosa.
Para medir el pulso, el profesional de la salud usa un estetoscopio, que mide la frecuencia cardíaca del recién nacido. Precisamente, esta parte es la que se considera más importante en la puntuación del test de Apgar.
Para tener una puntuación de 2, el pulso del recién nacido debe ser estable y mantener más de 100 latidos por minuto. En la de 1, el recién nacido tiene pulso constante, pero late a menos de 100 latidos por minuto y, finalmente, en la puntuación de 0, el bebé no tiene pulso y el corazón no late activamente, por lo que requiere una atención inmediata y urgente para generar este pulso.
En cuanto a la irritabilidad, esta mide la respuesta del bebé a la estimulación. En esta parte de la prueba, el médico puede darle al recién nacido un ligero pellizco para ver cómo reacciona.
Así, para la puntuación de 2, el bebé tiene reflejos normales a la estimulación física y puede responder tosiendo, estornudando o llorando. Por otra parte, para la de 1, responde a la estimulación física, pero solo cuando esta es agresiva o contundente mientras que para la de 0, no hay ninguna respuesta a la estimulación física y los reflejos se consideran flojos y débiles.
La puntuación de actividad mide el tono muscular del recién nacido y su actividad física. Para ello, el médico extiende los brazos y las piernas y observa si flexiona o mueve sus músculos en respuesta.
Para la puntuación de 2, el bebé mueve activamente los brazos y las piernas y los músculos brindan resistencia a la sobreextensión, mientras que para la de 1, da un ligero movimiento de brazos y piernas, pero carece de movimiento completo.
En la de 0, no hay actividad ni de brazos ni de piernas y, ni siquiera, intenta mover o flexionar los músculos cuando se le estimula.
La última parte del test que se evalúa es la respiración. Para una puntuación de 2, el bebé respira fuertemente con un ritmo regular, además de llorar después del parto. Por el contrario, para la de 0, no respira en absoluto y necesita atención médica inmediata para estimular su sistema respiratorio.
En “mitad” se encontraría la de 1, que es cuando respira de una forma lenta, débil o superficial, además de que no puede o tiene dificultad para llorar.
Es importante destacar que esta prueba no fue diseñada para predecir la salud, el comportamiento, la inteligencia, la personalidad o el resultado a largo plazo de un bebé, sino para ayudar a los profesionales de la salud a conocer su estado físico y poder decidir rápidamente si el bebé necesita atención médica inmediata.
Por lo general, se considera que un bebé goza de una buena salud si obtiene una puntuación de 8 o más. Normalmente, cuando la prueba se realiza en el primer minuto, la puntuación suele ser baja y, por eso, a los 5 minutos después del nacimiento, se vuelve a calcular la puntuación. Si esta continúa siendo baja y no ha mejorado, los profesionales de la salud continuarán con la atención médica necesaria y vigilarán al bebé de cerca.
Además, muy pocos bebés obtienen un 10 perfecto, ya que sus manos y pies suelen permanecer azules hasta que se calientan. De hecho, los bebés perfectamente sanos, a veces, tienen una puntuación más baja de lo habitual, especialmente en los primeros minutos.
Algunos bebés nacen con afecciones que requieren atención médica adicional, pero, otros solo tardan un poco más de lo habitual en adaptarse a la vida fuera del útero. Por eso, a algunos bebés salen con un puntaje bajo cuando se realiza la prueba en el minuto uno.
Así, tener una puntuación más baja no significa que no esté sano o sea anormal, ya que, en algunas ocasiones, puede significar, simplemente, que necesita algún cuidado especial inmediato, como oxígeno para ayudarlo a respirar. Alguno de los niños que tienen un mayor riesgo de puntuación baja son los bebés prematuros, partos por cesárea o los que, durante el parto, experimentaron problemas con su corazón o sistema respiratorio.
De igual forma, los padres no deben preocuparse si su bebé recibe una puntuación baja, especialmente durante los primeros minutos, ya que esta no implica que un niño esté enfermo. No obstante, si el test de Apgar genera inquietudes, deben saber que están en el lugar correcto: rodeados de profesionales, con una formación adecuada, que cuidarán y desarrollarán un plan de tratamiento adecuado para él.